El recién llegado
Las primeras horas y días resultan decisivos para que tu hámster llegue a confiar rápidamente en ti. Si no cometes ningún error al introducirlo en su nuevo hogar, no habrá nada que se oponga a que surja una buena relación entre ambos.
El hámster en su nuevo hogar
Paso 1: Lo primero que deberás hacer es esparcir por su nueva casa tres puñados de sustrato de la jaula en la que estaba anteriormente. Pon también un poco en la caseta. El comedero y el bebedero ya tendrán que estar llenos.
Paso 2: Ahora coloca el hámstercuidadosamente en la jaula. Si lo has transportado en una cajita de cartón, colócala dentro de la jaula y abre un poco los laterales para que el animal salga de ella por su cuenta.
Paso 3: Ahora necesitarás tener un poco de paciencia. Lo mejor para el hámster sería que abandonases la habitación. Pero, por otra parte, también es uno de los momentos más bonitos ver como el pequeño roedor toma posesión de su nuevo territorio. Por lo tanto, cierra rápidamente la jaula y siéntate delante de ella quieto y sin hacer ningún ruido.
Paso 4: Probablemente, lo primero que hará el hámster es buscar refugio en su caseta. Ten paciencia y no toques nada de la jaula ni de su interior.
Paso 5: Aparte de llenarle el comedero y cambiarle el agua, la primera semana deberás dejarlo tal y como estaba. No se te ocurra mirar en la caseta mientras duerme, o intentes cogerle. Llegará un momento en el que el hámster empezará a salir y a investigar su entorno. Percibirá los olores y marcará el territorio con su propio olor. Si le has colocado muchos accesorios y juguetes en la jaula, irá tomando posesión de todo ello. Por muchas ganas que tengas de verlo corretear por la rueda, no le obligues nunca a ir en ninguna dirección. Cualquier situación forzada hará que el pequeño roedor se vuelva más tímido y asustadizo.
Paso 6: Si al cabo de unos días ves que el hámster ya no se muestra tan tímido, duerme durante el día en la caseta e inicia su actividad crepuscular estirándose y bostezando, será señal de que ya se ha adaptado a su nuevo hogar. Ahora es el momento de empezar a ganarse su confianza.
Paso 2: Ahora coloca el hámstercuidadosamente en la jaula. Si lo has transportado en una cajita de cartón, colócala dentro de la jaula y abre un poco los laterales para que el animal salga de ella por su cuenta.
Paso 4: Probablemente, lo primero que hará el hámster es buscar refugio en su caseta. Ten paciencia y no toques nada de la jaula ni de su interior.
Paso 5: Aparte de llenarle el comedero y cambiarle el agua, la primera semana deberás dejarlo tal y como estaba. No se te ocurra mirar en la caseta mientras duerme, o intentes cogerle. Llegará un momento en el que el hámster empezará a salir y a investigar su entorno. Percibirá los olores y marcará el territorio con su propio olor. Si le has colocado muchos accesorios y juguetes en la jaula, irá tomando posesión de todo ello. Por muchas ganas que tengas de verlo corretear por la rueda, no le obligues nunca a ir en ninguna dirección. Cualquier situación forzada hará que el pequeño roedor se vuelva más tímido y asustadizo.
Paso 6: Si al cabo de unos días ves que el hámster ya no se muestra tan tímido, duerme durante el día en la caseta e inicia su actividad crepuscular estirándose y bostezando, será señal de que ya se ha adaptado a su nuevo hogar. Ahora es el momento de empezar a ganarse su confianza.
Ganarse la confianza del hámster
Cuando el hámster ya se ha adaptado a su nuevo entorno habrá llegado el momento de empezar a domesticarlo. Con un poco de paciencia y de habilidad, tu pequeña mascota no tardará en acostumbrarse a tu mano.
Paso 2: Abre la jaula. Introduce la mano en su interior y mantenla con un poco de comida en la palma. En un momento u otro, el hámster se acercará y trepará a tu mano para coger lo que le ofreces. Lo importante es que te mantengas tranquilo y relajado y que no lo obligues a nada.
Paso 3: Cuando el hámster ya considere que coger la comida de tu mano ya es algo completamente normal, puedes intentar acariciarle la nuca con un dedo. Si sale huyendo, no te preocupes. Vuelve a intentarlo la próxima vez. Tarde o temprano lo considerará agradable. Entonces déjale trepar de una mano a otra. Levanta un poco la mano para que tenga que esforzarse en superar el obstáculo. Si lo hace tranquilamente, felicítate. ¡Lo has conseguido, has domesticado a tu hámster!
Como sujetar y coger correctamente al hámster
Para un hámster que no está acostumbrado a la mano de su criador, sujetarlo y cogerlo le supone un estrés enorme. Coge al pequeño roedor solamente cuando sea imprescindible hacerlo, al principio sólo para limpiar la jaula. Hazlo con mucho cuidado. Existen varias formas de coger y de llevar al animal.
El método del recipiente
Cogerlo con la mano
Rodea al hámster por arriba y por detrás formando una especie de cueva protectora sobre él. Luego junta las manos por debajo de él y sácalo así de la jaula. Ten cuidado de que no vaya a saltar de tus manos. Si la jaula es muy estrecha o has de sacar al animal de un escondrijo, también puedes sujetarlo con una mano por detrás colocando los dedos pulgar e índice detrás de sus extremidades anteriores y pasando la otra mano por debajo de él.
Advertencia: Llegados a este punto he de advertiros de que el hámster puede sufrir lesiones mortales si se le deja caer. Basta una caída desde una mesa para que se produzcan unas lesiones de columna que acaben con su vida. Si alguna vez el hámster –a pesar de todas las precauciones– llegase a morderte un dedo, no te lo sacudas. Conserva la calma y colócalo sobre una base sólida como por ejemplo el suelo de la jaula. Generalmente suelta el dedo de inmediato.
Sujeción por la nuca
Advertencia: Nunca intente coger al hámster por sorpresa desde arriba. Tendría la sensación de haber sido capturado por un ave rapaz. Su reacción instintiva consistiría en girarse rápidamente y defenderse a mordiscos.
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